EDUARDO VASQUEZ CARRASCO
Al
discutir la importancia de la música en la iglesia, se debe considerar el
ministerio musical realizado primero en el Templo, y que luego pasó a la
sinagoga, y de allí finalmente a la iglesia. Un breve examen del ministerio
musical público en los tiempos bíblicos
ofrece lecciones significativas para la música de la iglesia hoy.
1. LA
INSTITUCIÓN DEL MINISTERIO MUSICAL
El
libro de Crónicas describe con considerable detalle cómo David organizó el
ministerio musical de los Levitas. Según
el primer libro de Crónicas, David organizó el ministerio de música en tres
fases. Primero, él ordenó a los jefes
de las familias Levitas que formaran una orquesta y un coro para acompañar el
transporte del arca a su tienda en Jerusalén (1 Cron. 15:16-24).
La
segunda fase ocurrió luego de que el arca había sido ubicada seguramente en su
tienda en su palacio (2 Cron. 8:11).
David hizo arreglos para que se tocase música coral en forma regular en el
momento de las diarias ofrendas sobre el altar con coros en dos lugares diferentes (1 Cron
16:4-6, 37-42). Un coro actuaba bajo la dirección de Asaf frente al arca en
Jerusalén (1 Cron 16:37), y el otro bajo la dirección de Hemán y Jedutún frente
al altar en Gabaón (1 Cron 16:39-42).
La
tercera fase en la organización que hizo David del ministerio musical ocurrió
al final del reino de David cuando el rey planificó un servicio de música más
detallado que se realizaría en el templo que Salomón construiría (1 Cron 23:2 a
26:32). David estableció un grupo de 4,000 Levitas como actores potenciales (1
Cron 15:16; 23:5). De este grupo él formó un coro profesional de Levitas de
288 miembros. Los músicos Levitas
sumaron más del diez por ciento de los 38.000 Levitas. "Algún tipo de
examen probablemente fue necesario para el proceso de selección, ya que la
habilidad musical no siempre se hereda".
2. EL
MINISTERIO DE LOS MÚSICOS
Para
asegurar que no habría confusión o conflicto entre el ministerio de los sacrificios de los
sacerdotes y el ministerio musical de los Levitas, David cuidadosamente delineó
la posición, el rango, y alcance del ministerio de los músicos (1 Cron 23:25-31). La actuación del
ministerio musical estaba subordinado a los sacerdotes (1 Cron 23:28).
La
naturaleza del ministerio de los músicos se describe gráficamente: "…para
asistir cada mañana todos los días a dar gracias y tributar alabanzas a Jehová,
y asimismo por la tarde; y para ofrecer todos los holocaustos a Jehová los días
de reposo, lunas nuevas y fiestas solemnes, según su número y de acuerdo con su
rito, continuamente delante de Jehová" (1 Cron 23:30-31).
El
contexto sugiere que los músicos estuvieran (de pie) en alguna parte delante
del altar, ya que su actuación musical coincidía con la presentación de la
ofrenda quemada. El propósito de su ministerio era agradecer y alabar al Señor. Ellos anunciaban
la presencia del Señor a Su pueblo congregado (1 Cron 16:4), reafirmándoles Su disposición favorable hacia
ellos.
3. EL
MINISTERIO MUSICAL EXITOSO
El
ministerio musical en el Templo tuvo éxito por varias razones que son pertinentes para nuestra música de
iglesia hoy. Primero, los músicos Levitas eran maduros y musicalmente entrenados. Leemos en 1 Crónicas 15:22 que
"Quenanías, principal de los levitas en la música, fue puesto para dirigir
el canto, porque era entendido en ello". Él llego a ser director de música
porque era un músico preparado capaz de instruir a otros. El concepto de habilidad
musical se menciona varias veces en la Biblia (1 Sam 16:18; 1 Cron 25:7; 2 Cron
34:12; Sal 137:5). Pablo también alude a élla cuando dice: "...cantaré con
el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento" (1 Cor 14:15).
Segundo,
el ministerio musical en el Templo tuvo éxito porque sus músicos estaban
preparados espiritualmente. Ellos fueron puestos aparte y ordenados para su
ministerio como el resto de los sacerdotes. Hablando a los líderes de los
músicos Levitas, David dijo: "...Santificaos vosotros y vuestros
hermanos... Así los sacerdotes y los levitas se santificaron" (1 Cron
15:12, 14). A los músicos Levitas se le
dio una sagrada misión de ministrar continuamente delante del Señor (1 Cron 16:37).
Tercero,
los músicos Levitas eran los obreros de tiempo completo. 1 Crónicas 9:33
declara: "También había cantores, jefes de familias de los levitas, los
cuales moraban en las cámaras del templo, exentos de otros servicios, porque de
día y de noche estaban en aquella obra." Al parecer el ministerio musical de
los Levitas trajo consigo considerable
preparación, porque nosotros leemos que " y dejó allí, delante del arca
del pacto de Jehová, a Asaf y a sus hermanos, para que ministrasen de continuo
delante del arca, cada cosa en su día" (1 Cron 16:37). La lección bíblica
es que los ministros de la música deben estar deseosos de trabajar
diligentemente en la preparación de la música que se necesita para el servicio del culto.
Por
último, los músicos Levitas no eran artistas. Ellos eran ministros de la
música. "Estos son los que David puso sobre el servicio de canto en la
casa de Jehová, después que el arca tuvo reposo, los cuales servían delante de
la tienda del tabernáculo de reunión en el canto " (1 Cron 6:31-32). A
través de su servicio musical los Levitas "servían (ministraban)" a
las personas. En cinco otros casos en el Antiguo Testamento, se dice que los
Levitas servían/ministraban a las personas a través de su música (1 Cron 16:4,
37; 2 Cron 8:14; 23:6; 31:2).
4.
EL CORO LEVÍTICO Y EL RITUAL
DE SACRIFICIOS
El
libro de Crónicas presenta el ministerio
musical de los Levitas como parte
de la presentación de la ofrenda diaria en el Templo. El ritual consistía en
dos partes. Primero venia el ritual de la sangre que fue diseñado para expiar
por los pecados de la gente a través de la transferencia de la sangre del
sacrificio al Lugar Santo (2 Cron 29:21-24). Este servicio creaba la pureza
ritual necesaria para la aceptación de
Su pueblo por parte de Dios y la manifestación de Su bendición sobre la
congregación. Durante este ritual no se cantaba ningún canto.
La
función de la música durante el ritual sacrificial no era ensombrecer o
reemplazar el sacrificio en sí, sino preparar el involucramiento de la
congregación en ciertos momentos designados durante el servicio. En otros
términos, los Israelitas no iban al Templo a oír las bandas de los Levitas
actuando en un concierto sacro. En
cambio, ellos iban al Templo para dar testimonio y experimentar la expiación de
Dios por sus pecados. La música que acompañaba el sacrificio expiatorio los
invitaba a aceptar y celebrar la graciosa provisión de salvación de Dios.
5.
LECCIONES DE LA MÚSICA DEL
TEMPLO
La
música de la iglesia debe diferir de la música secular, porque la iglesia, como el Templo antiguo, es la
Casa de Dios en que nosotros nos reunimos para dar culto al Señor y no para ser
entretenidos. Los instrumentos de percusión que estimulan a las personas
físicamente a través de un golpe fuerte y constante son tan inapropiados para la música de la iglesia hoy como lo fueron
para la música del Templo del Israel antiguo.
Una
segunda lección es que los instrumentos musicales utilizados para acompañar el
coro o el canto de la congregación no debe opacar la voz. Como los instrumentos
de cuerdas usados en el Templo, los instrumentos musicales usados en la iglesia hoy deben apoyar el
canto. Los instrumentos musicales deben servir como un ayudante de la Palabra
de Dios que se canta y se proclama. Esto significa, por ejemplo, que la música
del órgano no debe ser tan fuerte que
ahogue la voz de la congregación.
El
principio bíblico es que la música instrumental que acompaña el canto debe
ayudar a la respuesta vocal a Dios y no ahogarla. En los tiempos
bíblicos esto era cumplido en mejor forma por el uso de instrumentos de cuerda.
Las trompetas y los címbalos fueron usados en el Templo, pero no para acompañar
el coro levita. Nada había de malo con estos instrumentos. Ellos simplemente no
eran vistos como convenientes para acompañar el canto, probablemente porque
ellos no se mezclan bien con la voz humana, fuera de suplantarlo.
El
principio bíblico importante es que la música en la Casa de Dios, tanto
instrumental como vocal, debe respetar y
reflejar la santidad del lugar de culto. Cuando se usan instrumentos para
acompañar el canto, ellos deben apoyar
la voz humana sin suplantarla.
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