EDUARDO VASQUEZ CARRASCO
El
iglecrecimiento puede definirse como “la ciencia que investiga la implantación,
multiplicación, funcionamiento y salud de las iglesias cristianas,
específicamente en lo relacionado a la implementación de la Gran Comisión de
‘hacer discípulos a todas las naciones’ (Mateo 28.19). Iglecrecimiento es
simultáneamente una convicción teológica y una ciencia aplicada, que trata de
combinar los principios eternos de la Palabra de Dios con los conocimientos
contemporáneos de las ciencias sociales y de la conducta humana”.[1]
Otra
definición nos dicen, “la ciencia del iglecrecimiento puede ayudar a descubrir
por qué creció una iglesia mientras otra declina. Tal ciencia diagnostica la
salud de una iglesia y receta el remedio para su recuperación espiritual, y el
crecimiento dinámico en el caso de la otra. Esa ciencia llama nuestra atención
a los principios bíblicos, por medio de los cuales una iglesia puede crecer. Es
una hipótesis que la iglesia que practica estos principios bíblicos crecerá
tanto cuantitativa como cualitativamente”.[2]
Otro
autor propone, “el iglecrecimiento es el estudio de los principios bíblicos que
conducen al crecimiento integral de la iglesia según los propósitos de Dios.
Partiendo de la Biblia y usando toda disciplina disponible, esta materia se
ocupa de discernir los factores internos y externos que llevan a una iglesia a
crecer en su desarrollo cuantitativo y cualitativo”.[3]
En
estas tres definiciones sobresalen las palabras ciencia, estudio, disciplina,
factores, cuantitativo, cualitativo, ciencia aplicada, ciencias sociales,
investigar e hipótesis. Todas comunes en el lenguaje de las ciencias. Puede
resultar novedoso, y hasta preocupante para algunos, utilizar estas palabras
cuando se trata de estudiar la iglesia. Tal vez por el temor, justificado en
algunos casos, de que las ciencias sociales reemplacen a las ciencias bíblicas en
el estudio de la iglesia, su misión y sus fundamentos.
Pero
debemos hacer una advertencia aclaratoria. Las mismas definiciones nos dicen
que en el terreno del iglecrecimiento tenemos dos tipos de ciencias
interactuando entre sí, las ciencias sociales y las ciencias bíblicas. Por
ciencias sociales entendemos la sociología, la antropología y la psicología,
primordialmente. Por ciencias bíblicas se entiende la hermenéutica, la teología,
la eclesiología, la lingüística aplicada a los idiomas bíblicos, la misionología,
etc. entre otras. Desde luego esta es una división artificial, ya que hay
espacios donde se solapan las categorías. Por ejemplo la historia, que es tanto
una ciencia social, como una ciencia utilizada en el estudio de la Biblia.
Volviendo
al tema del iglecrecimiento, los autores nos dicen que las ciencias bíblicas y
las sociales trabajan en conjunto para estudiar el fenómeno del crecimiento de
la iglesia alrededor del mundo. Así, regresamos al dilema de si las segundas
terminarán reemplazando a las primeras. Las mismas definiciones despejan esa
duda.
En
el iglecrecimiento, las ciencias bíblicas tienen la tarea de estudiar los
principios bíblicos relacionados con el crecimiento de la iglesia, el
discipulado y las misiones. Su labor es teórica, ya que busca en la Palabra de
Dios aquellos principios eternos que rigen la vida de la iglesia y su misión
fundamental de hacer discípulos y cómo estos principios afectan la vida
eclesial.
Por
otro lado, las ciencias sociales tienen la misión de describir, explicar,
aplicar y predecir aquellos factores sociológicos que interactúan en el proceso
del crecimiento de las iglesias locales, en un tiempo y un lugar determinado.
Su labor es aplicativa, ya que busca en el contexto social, donde existen las
iglesias locales, aquellos factores que inciden en el crecimiento o
estancamiento de los diferentes grupos humanos que conforman las iglesias.
Vistas
así, son disciplinas complementarias. No hay contradicción en usarlas juntas,
ya que una se ocupa del aspecto conceptual, que toda ciencia tiene; mientras
que la otra se ocupa del aspecto aplicativo de la misma. Dicho de otra manera,
las ciencias bíblicas descubren y proclaman los principios bíblicos que deben
usarse en el crecimiento de las iglesias, mientras que las ciencias sociales
traducen esos principios en cada contexto particular donde la iglesia se
asienta, con el propósito de que esta se desarrolle.
Todas
las ciencias tienen este arreglo epistemológico. La biología y la fisiología
proveen el marco teórico del que se sirven las ciencias médicas para aliviar
las enfermedades. La física y la química proveen el marco teórico del que se
sirve la ingeniería para mejor la calidad de vida de las personas. La
psicología y la sociología proveen el marco teórico del que se sirven las
ciencias de la educación para facilitar el aprendizaje.
Para
el estudio de la iglesia, el uso de las ciencias bíblicas está justificado en
tanto la iglesia es una institución con un carácter espiritual, cuyo origen
está en la voluntad divina. Mientras que el uso de las ciencias sociales está
justificado en tanto la iglesia, como grupo humano, funciona bajo las leyes
sociológicas y psicológicas que rigen todo fenómeno social en un tiempo y
espacio determinado.
En
tanto se respete el ámbito de acción de cada una de estas ciencias y no se
reemplace una en detrimento de la otra, podemos usarlas libremente,
aprovechando los beneficios de cada una y así potenciar el estudio de la
iglesia y su crecimiento, tanto a nivel teórico como práctico.
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