martes, 8 de septiembre de 2015

IMPORTANCIA DEL MINISTERIO DE LA MUSICA

EDUARDO VASQUEZ CARRASCO


Al discutir la importancia de la música en la iglesia, se debe considerar el ministerio musical realizado primero en el Templo, y que luego pasó a la sinagoga, y de allí finalmente a la iglesia. Un breve examen del ministerio musical público  en los tiempos bíblicos ofrece lecciones significativas para la música de la iglesia hoy.

1.    LA INSTITUCIÓN DEL MINISTERIO MUSICAL
El libro de Crónicas describe con considerable detalle cómo David organizó el ministerio musical de  los Levitas. Según el primer libro de Crónicas, David organizó el ministerio de música en tres fases. Primero,   él ordenó a los jefes de las familias Levitas que formaran una orquesta y un coro para acompañar el transporte del arca a su tienda en Jerusalén (1 Cron. 15:16-24).  
La segunda fase ocurrió luego de que el arca había sido ubicada seguramente en su tienda en su palacio (2 Cron.   8:11). David hizo arreglos para que se tocase música coral en forma regular en el momento de las diarias ofrendas sobre el altar con  coros en dos lugares diferentes (1 Cron 16:4-6, 37-42). Un coro actuaba bajo la dirección de Asaf frente al arca en Jerusalén (1 Cron 16:37), y el otro bajo la dirección de Hemán y Jedutún frente al altar en Gabaón (1 Cron 16:39-42). 
La tercera fase en la organización que hizo David del ministerio musical ocurrió al final del reino de David cuando el rey planificó un servicio de música más detallado que se realizaría en el templo que Salomón construiría (1 Cron 23:2 a 26:32). David estableció un grupo de 4,000 Levitas como actores potenciales (1 Cron 15:16; 23:5). De este grupo él formó un coro profesional de Levitas de 288  miembros. Los músicos Levitas sumaron más del diez por ciento de los 38.000 Levitas. "Algún tipo de examen probablemente fue necesario para el proceso de selección, ya que la habilidad musical no siempre se hereda".

2.    EL MINISTERIO DE LOS MÚSICOS
Para asegurar que no habría confusión o conflicto entre  el ministerio de los sacrificios de los sacerdotes y el ministerio musical de los Levitas, David cuidadosamente delineó la posición, el rango, y alcance del ministerio de los músicos  (1 Cron 23:25-31). La actuación del ministerio musical estaba subordinado a los sacerdotes (1 Cron 23:28).  
La naturaleza del ministerio de los músicos se describe gráficamente: "…para asistir cada mañana todos los días a dar gracias y tributar alabanzas a Jehová, y asimismo por la tarde; y para ofrecer todos los holocaustos a Jehová los días de reposo, lunas nuevas y fiestas solemnes, según su número y de acuerdo con su rito, continuamente delante de Jehová" (1 Cron 23:30-31).  
El contexto sugiere que los músicos estuvieran (de pie) en alguna parte delante del altar, ya que su actuación musical coincidía con la presentación de la ofrenda quemada. El propósito de su ministerio era  agradecer y alabar al Señor. Ellos anunciaban la presencia del Señor a Su pueblo congregado (1 Cron 16:4),  reafirmándoles Su disposición favorable hacia ellos. 

3.    EL MINISTERIO MUSICAL EXITOSO
El ministerio musical en el Templo tuvo éxito por varias razones  que son pertinentes para nuestra música de iglesia hoy. Primero, los músicos Levitas eran maduros y musicalmente  entrenados. Leemos en 1 Crónicas 15:22 que "Quenanías, principal de los levitas en la música, fue puesto para dirigir el canto, porque era entendido en ello". Él llego a ser director de música porque era un músico preparado capaz de instruir a otros. El concepto de habilidad musical se menciona varias veces en la Biblia (1 Sam 16:18; 1 Cron 25:7; 2 Cron 34:12; Sal 137:5). Pablo también alude a élla cuando dice: "...cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento" (1 Cor 14:15).
Segundo, el ministerio musical en el Templo tuvo éxito porque sus músicos estaban preparados espiritualmente. Ellos fueron puestos aparte y ordenados para su ministerio como el resto de los sacerdotes. Hablando a los líderes de los músicos Levitas, David dijo: "...Santificaos vosotros y vuestros hermanos... Así los sacerdotes y los levitas se santificaron" (1 Cron 15:12, 14). A los músicos  Levitas se le dio una sagrada misión de ministrar continuamente delante del  Señor (1 Cron 16:37). 
Tercero, los músicos Levitas eran los obreros de tiempo completo. 1 Crónicas 9:33 declara: "También había cantores, jefes de familias de los levitas, los cuales moraban en las cámaras del templo, exentos de otros servicios, porque de día y de noche estaban en aquella obra." Al parecer el ministerio musical de los Levitas trajo consigo  considerable preparación, porque nosotros leemos que " y dejó allí, delante del arca del pacto de Jehová, a Asaf y a sus hermanos, para que ministrasen de continuo delante del arca, cada cosa en su día" (1 Cron 16:37). La lección bíblica es que los ministros de la música deben estar deseosos de trabajar diligentemente en la preparación de la música que se necesita  para el servicio del culto. 
Por último, los músicos Levitas no eran artistas. Ellos eran ministros de la música. "Estos son los que David puso sobre el servicio de canto en la casa de Jehová, después que el arca tuvo reposo, los cuales servían delante de la tienda del tabernáculo de reunión en el canto " (1 Cron 6:31-32). A través de su servicio musical los Levitas "servían (ministraban)" a las personas. En cinco otros casos en el Antiguo Testamento, se dice que los Levitas servían/ministraban a las personas a través de su música (1 Cron 16:4, 37; 2 Cron 8:14; 23:6; 31:2).

4.    EL CORO LEVÍTICO Y EL RITUAL DE SACRIFICIOS
El libro de Crónicas presenta el ministerio  musical  de los Levitas como parte de la presentación de la ofrenda diaria en el Templo. El ritual consistía en dos partes. Primero venia el ritual de la sangre que fue diseñado para expiar por los pecados de la gente a través de la transferencia de la sangre del sacrificio al Lugar Santo (2 Cron 29:21-24). Este servicio creaba la pureza ritual  necesaria para la aceptación de Su pueblo por parte de Dios y la manifestación de Su bendición sobre la congregación. Durante este ritual no se cantaba ningún canto.
La función de la música durante el ritual sacrificial no era ensombrecer o reemplazar el sacrificio en sí, sino preparar el involucramiento de la congregación en ciertos momentos designados durante el servicio. En otros términos, los Israelitas no iban al Templo a oír las bandas de los Levitas actuando en un concierto sacro.  En cambio, ellos iban al Templo para dar testimonio y experimentar la expiación de Dios por sus pecados. La música que acompañaba el sacrificio expiatorio los invitaba a aceptar y celebrar la graciosa provisión de salvación de Dios.

5.    LECCIONES DE LA MÚSICA DEL TEMPLO
La música de la iglesia debe diferir de la música secular, porque  la iglesia, como el Templo antiguo, es la Casa de Dios en que nosotros nos reunimos para dar culto al Señor y no para ser entretenidos. Los instrumentos de percusión que estimulan a las personas físicamente a través de un golpe fuerte y constante son  tan inapropiados  para la música de la iglesia hoy como lo fueron para la música del Templo del Israel antiguo.  
Una segunda lección es que los instrumentos musicales utilizados para acompañar el coro o el canto de la congregación no debe opacar la voz. Como los instrumentos de cuerdas usados en el Templo, los instrumentos musicales    usados en la iglesia hoy deben apoyar el canto. Los instrumentos musicales deben servir como un ayudante de la Palabra de Dios que se canta y se proclama. Esto significa, por ejemplo, que la música del órgano  no debe ser tan fuerte que ahogue la voz de la congregación.
El principio bíblico es que la música instrumental que acompaña el canto debe ayudar a la respuesta  vocal   a Dios y no ahogarla. En los tiempos bíblicos esto era cumplido en mejor forma por el uso de instrumentos de cuerda. Las trompetas y los címbalos fueron usados en el Templo, pero no para acompañar el coro levita. Nada había de malo con estos instrumentos. Ellos simplemente no eran vistos como convenientes para acompañar el canto, probablemente porque ellos no se mezclan bien con la voz humana, fuera de suplantarlo. 

El principio bíblico importante es que la música en la Casa de Dios, tanto instrumental como vocal, debe  respetar y reflejar la santidad del lugar de culto. Cuando se usan instrumentos para acompañar el  canto, ellos deben apoyar la voz humana sin suplantarla.

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